El planificar las estrategias de aprendizaje y de evaluación, nos permite un mayor control de las acciones presentes en el proceso educativo; no sobre el alumno. Conociendo que no todos nuestros niños y jóvenes aprenden de igual forma, debemos abarcar situaciones de aprendizaje que permitan atender la mayoría de dichas diferencias, para propiciar un aprendizaje efectivo.
Observando la siguiente imagen, podemos constatar lo dicho, y verificar que las funciones cerebrales poseen poder sobre la enseñanza, el aprendizaje y consecuentemente en la evaluación.
Es posible que la poca agudeza verbal de un alumno se deba al predominio cerebral del hemisferio derecho, lo cual no significa que no pueda explicarse a través de formas gráficas o con mapas mentales.
Facilitar diferentes escenarios educativos, propiciaran un mejor desarrollo del pensamiento. Es en la escuela que se deben planear actividades tendentes al uso de ambos hemisferios, tanto en actividades de fomento y practica de sus destrezas y capacidades mentales, como con actividades físicas o gimnasia cerebral.
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